Investigadores del MIT revelan conocimiento de cómo el propofol induce a la inconsciencia

MIT revela cómo el propofol induce la inconsciencia en el cerebro

Un equipo de neurocientíficos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desentrañado un misterio de larga data sobre cómo el propofol, un anestésico comúnmente utilizado, induce la inconsciencia. A través de un estudio reciente publicado en la revista Neuron, los investigadores han descubierto que el propofol altera el equilibrio entre estabilidad y excitabilidad en el cerebro, llevando a una pérdida gradual de la conciencia.

Mediante el uso de una técnica avanzada para analizar la actividad neuronal, el equipo liderado por Earl K. Miller y Ila Fiete observó que el propofol provoca una inestabilidad creciente en la actividad cerebral. “El cerebro tiene que operar en este filo de navaja entre la excitabilidad y el caos. Tiene que ser lo suficientemente excitable para que sus neuronas se influyan entre sí, pero si se excita demasiado, se descontrola”, afirma Miller, profesor de neurociencia del Instituto Picower de Aprendizaje y Memoria del MIT.

Los hallazgos podrían podrían ser reveladores en la forma en que se monitorea a los pacientes durante la anestesia general. Actualmente, los investigadores buscan desarrollar mejores herramientas que permitan una supervisión más precisa de la actividad cerebral bajo anestesia.

En el estudio, los investigadores analizaron registros eléctricos del cerebro de animales a los que se administró propofol durante una hora, observando que la actividad neuronal tardaba más en volver a su nivel inicial tras estímulos sensoriales. Este retardo en la recuperación indica una creciente inestabilidad que culmina en la pérdida de conciencia.

Para verificar estos resultados, se creó un modelo computacional simple que replicó el efecto de la inhibición inducida por el propofol. “Observamos un modelo de circuito simple de neuronas interconectadas y, cuando detectamos la inhibición, vimos una desestabilización. Por lo tanto, una de las cosas que sugerimos es que un aumento de la inhibición puede generar inestabilidad, y eso se vincula posteriormente con la pérdida de conciencia”, explica Adam Eisen, estudiante de posgrado del MIT y autor principal del artículo.

La investigación sugiere que otros anestésicos podrían funcionar de manera similar, independientemente de sus mecanismos específicos. Este descubrimiento podría simplificar los protocolos de seguridad y control de la anestesia, permitiendo un ajuste más preciso de las dosis de los medicamentos en tiempo real. “Si se encuentran mecanismos comunes que funcionan en diferentes anestésicos, se pueden hacer más seguros modificando algunos ajustes”, añade Miller.

El equipo también planea aplicar su técnica de medición de estabilidad dinámica a otros estados cerebrales, incluidos trastornos neuropsiquiátricos como la depresión y la esquizofrenia. “Este método es bastante poderoso y creo que será muy emocionante aplicarlo a diferentes estados cerebrales”, concluye Fiete.

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