El impacto de las tensiones geopolíticas en el comercio y la inversión mundial
A pesar del aumento de los conflictos armados y las tensiones geopolíticas en regiones clave como Ucrania y Oriente Medio, la globalización sigue siendo un factor crucial en la economía mundial. Sin embargo, el patrón de interconexión económica entre las naciones está cambiando. En lugar de desglobalizarse, la economía global se está reconfigurando según líneas geopolíticas y regionales, impulsada por preocupaciones de seguridad y rivalidades estratégicas.
En años recientes, la afinidad geopolítica superó a la geografía en importancia para el comercio y las inversiones. Las barreras comerciales y las restricciones a la inversión extranjera directa se triplicaron desde 2019, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este cambio llevó a un aumento de políticas industriales en sectores estratégicos, como los semiconductores y las tecnologías verdes, para reducir la dependencia de potencias rivales como China. Países como Estados Unidos y varias economías europeas están adoptando medidas que refuerzan la resiliencia de sus cadenas de suministro y fomentan la innovación tecnológica, priorizando la seguridad nacional.
Así, esta nueva fase de globalización plantea desafíos, pero también oportunidades. Por ejemplo, países emergentes como México y Vietnam están entrando en segmentos de cadenas de suministro globales que requieren mano de obra intensiva, mientras que las economías avanzadas se concentran en sectores de alta tecnología. Sin embargo, esta fragmentación amenaza con ralentizar la innovación global, ya que las tensiones afectan los intercambios académicos y la colaboración en investigación, especialmente en tecnologías clave como la inteligencia artificial.
A pesar de las barreras emergentes, la globalización está lejos de desaparecer. Las interdependencias económicas siguen siendo profundas, pero las reglas del juego están cambiando, impulsadas por los intereses estratégicos y las preocupaciones de seguridad de las principales potencias globales, sugiere el World Economic Forum.