DERROTA HISTÓRICA
La inaceptable actuación en el partido de ida en Lima condicionó a Boca, que a pesar de tener chances claras para resolver la serie a su favor en los 90 minutos finalmente falló en los penales y quedó marginado de la Libertadores en la Fase 2, y también de la Copa Sudamericana. El entusiasmo que se había generado en la Bombonera por el rápido 1 a 0 (Trauco, en contra) pronto decayó por el rápido empate de Barcos. Y aunque en el segundo tiempo llegó el 2 a 1 de Zenón y otras situaciones clarísimas (Cavani malogró una de manera increíble sobre la hora y Giménez metió un cabezazo en el ravesaño sobre la hora), finalmente todo se definió por penales. Ni la infrecuente modificación de Brey por Marchesin le salió bien. El pibe no pudo detener ni uno de los cinco remates del equipo peruano, mientras que Viscarra le desvió el último a Alan Velasco. El “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo” del final fue un canto de guerra de los hinchas en la Bombonera, que otra vez estuvieron a la altura a la hora de alentar y se fueron muy golpeados por el resultado adverso. Es un terreno desconocido a esta altura de la noche saber qué decisiones decantarán puertas adentro del plantel después de esta eliminación, que caló hondo y que diluye el máximo objetivo del club en este año, que era jugar la fase de grupos de la Copa Libertadores, y que ahora sólo jugará fuera de la Argentina cuando viaje a Estados Unidos a disputar el Mundial de Clubes.