La vicegobernadora fue la apuesta de Kicillof para encabezar la boleta; doblegó a Maximiliano Bondarenko, el candidato libertario; buena performance de los intendentes
Si la provincia de Buenos Aires es el bastión del peronismo, esa raíz nace de la tercera sección electoral, donde Fuerza Patria arrasó en estas elecciones locales del 7 de septiembre más allá de los constantes intentos de La Libertad Avanza (LLA) de instalar la inseguridad como tema y de poner a un excomisario, Maximiliano Bondarenko, al frente de la boleta. Además, también, de que Cristina Kirchner -que iba a comandar en esa región- quedara inhabilitada por la condena en la causa Vialidad.
La vice Verónica Magario, impulsada por el gobernador Axel Kicillof, traccionó votos para la papeleta azul y cosechó (con 80,32% escrutado) un total de 10 bancas a diputados provinciales y 53,75% de los votos.
Por su parte, el postulante elegido por la hermana presidencial, Karina Milei, y su armador Sebastián Pareja, sumó 28,64%, lo que equivale a seis bancas.
El porcentaje máximo del Partido Justicialista (PJ): 65%, en Ensenada. El más bajo: 38%, en Punta Indio. En esta sección el peronismo ganó en todos los municipios, con una gran performance de los intendentes.
En Ensenada, el municipio de mejor trámite para Fuerza Patria, Mario Secco competía para concejal, de manera testimonial. El jefe comunal fue uno de los máximos impulsores del liderazgo del gobernador Axel Kicillof y lo impulsó a mantenerse firme con su idea de desdoblar más allá de las presiones K.
De la misma partida fue Jorge Ferraresi, que también se postuló para el Concejo y libró la batalla contra el camporismo en nombre del gobernador. Este domingo, en Avellaneda, Fuerza Patria sacó 61,79%. Cerca de esa cifra, en 60,20%, se ubicó la boleta azul en Ezeiza, territorio de los Granados, de buena sintonía con Cristina Kirchner.
La Matanza parece a esta altura impenetrable para la oposición, que suele denostar al municipio desde lo discursivo por los crímenes que allí ocurren. Con Magario y el intendente Fernando Espinoza como testimonial para el Concejo Deliberante, llegaron a 53% de los votos, contra 28 puntos de LLA, que llevaba como cara local a Leila Gianni, una de las voceras en medios.
Tras los resultados de las mesas testigo, el tándem Magario-Espinoza partió para el búnker en La Plata. Esperan celebrar más tarde en la plaza de San Justo, en las puertas de la municipalidad, ante militancia y vecinos, según pudo saber LA NACION. En la capital provincial, al intendente -de los más cuestionados por la oposición- ya lo llaman “El Rey”.
Desde antes de que se conocieran los resultados oficiales en el kirchnerismo también había euforia, por las altas cifras que sumó Federico Otermín desde Lomas de Zamora (con 55% para Fuerza Patria contra 28%) y Mayra Mendoza en Quilmes, con 48% para Fuerza Patria contra 32% de los libertarios.
La intendenta iba tercera en la boleta para la Legislatura y dejará la municipalidad en manos de Eva Mieri, quien estuvo detenida por los incidentes en el exterior de la casa de José Luis Espert. Cristina Kirchner había bajado la orden incluso antes del cierre de listas que los propios que compitieran en esta elección debían asumir.
En medio de las fricciones con el gobernador Axel Kicillof, el gran ganador de esta jornada porque delineó el desdoblamiento que pone en jaque al gobierno de Milei, la militancia camporista aseguraba desde el Hotel Gran Brizo que Cristina Kirchner dijo que había que imponerse en estos comicios “a toda costa” y que, por eso, festejarían más allá de que quedan debilitados en el frente interno.
“A la propuesta de Milei de ‘kirchnerismo Nunca Más’, la respuesta en las urnas fue contundente: ‘Kirchnerismo más que nunca’. Para el pueblo, peronismo siempre”, exclamó Mendoza, que irá al búnker que armó Kicillof pero que después partirá para San José 1111, donde la expresidenta junto a su hijo Máximo tienen sede este domingo.