Un equipo de científicos de la Universidad de Kobe ha logrado un avance significativo en el desarrollo de materiales sostenibles, al crear un compuesto biológico llamado ácido piridindicarboxílico (PDCA), capaz de sustituir monómeros derivados del petróleo en la fabricación de plásticos como el PET. Este nuevo ingrediente, obtenido mediante bacterias y enzimas, se perfila como una alternativa biodegradable con menor impacto ambiental.
Producción biológica con Escherichia coli: eficiencia y menor toxicidad
El PDCA se sintetiza utilizando la bacteria Escherichia coli, alimentada con glucosa y reforzada con enzimas específicas. Esta técnica permitió multiplicar por siete el rendimiento respecto a métodos anteriores, al tiempo que elimina gran parte de los subproductos tóxicos. Según el bioingeniero Tanaka Tsutomu, el proceso aprovecha el metabolismo celular para construir el compuesto desde cero, sin generar residuos no deseados.
Obstáculos técnicos y desafíos económicos
La aparición de subproductos dañinos aún limita la escalabilidad del proceso. Durante las pruebas, surgió un subproducto nocivo que fue neutralizado mediante la adición de piruvato y el ajuste de las condiciones de cultivo, incluyendo compuestos que contrarrestan el peróxido de hidrógeno generado. Aunque esta solución estabiliza el procedimiento, persisten dudas sobre su viabilidad económica para una producción industrial a gran escala.
Contaminación plástica: una crisis ambiental y sanitaria global
Solo una fracción del plástico producido se recicla; el resto contamina ecosistemas y cuerpos humanos. La contaminación por plásticos es uno de los problemas más urgentes del siglo XXI. La producción masiva de plásticos de un solo uso, su baja tasa de reciclaje y su degradación en micro y nanoplásticos han generado impactos severos:
En la fauna: enredos, lesiones y asfixia por ingestión de plásticos
En los ecosistemas: residuos presentes desde el fondo marino hasta las cumbres más remotas
En el agua y el suelo: obstrucción de alcantarillas y contaminación de acuíferos
En la salud humana: microplásticos detectados en órganos como el cerebro, la placenta y el torrente sanguíneo
Soluciones estructurales y conciencia ciudadana
La transición hacia biomateriales requiere políticas públicas y cambios de hábito. Para enfrentar esta crisis, se proponen acciones como:
*Regulación del uso de plásticos innecesarios
*Educación ambiental y consumo responsable
*Mejora de los sistemas de reciclaje y manejo de residuos
*Inversión en biotecnología para materiales alternativos
El desarrollo del PDCA representa un paso firme hacia la biomanufactura limpia, reforzando la búsqueda de soluciones sostenibles frente a la dependencia del petróleo y la contaminación plástica global.