No hay evidencia que sugiera que Hitler fuera gay, pero si que hay mucha documentación que relaciona al dictador con varias mujeres. Muchos oficiales nazis eran bastante perversos, y se ha especulado con la idea de que Hitler era homosexual
Según Albert Speer, a Hermann Goering le gustaba el transformismo y el maquillaje, el rímel de ojos en particular. Sus amoríos, sin embargo, siempre fueron con mujeres. Pero también había muchos a quienes les gustaban los hombres.
El más conocido entre los nazis fue Ernst Rohm, el padre fundador de las camisas pardas. Al final, Hitler decidió deshacerse de él porque el problema no era que Rohm fuera gay, sino que lo era abiertamente y sin esconderlo.
Hitler consideró como una vergüenza el asociarse públicamente con un homosexual. Al principio se aprovechó de su movimiento de camisas pardas, pero una vez que tomó el control total del poder, Rohm ya no le ofrecía ningún servicio, así que el 1 de julio de 1934, ordenó el arresto de su antiguo camarada. Según los rumores, Rohm fue arrestado en plena orgía homosexual.
Se lo llevaron a una celda oscura y le proporcionaron una pistola para que hiciera “lo más noble y se suicidara” para que los nazis se ahorraran la vergüenza de tener que asesinar a uno de los suyos.
Puede que Ernst Rohm hubiera sido un nazi idiota y una vergüenza para el partido, pero al encontrarse ante la muerte, mostró una actitud muy valiente. Cuando sus verdugos abrieron la celda, lo encontraron vivo; ni siquiera había tocado la pistola que le habían dado. Se levantó y se quitó la camisa, se acercó con el pecho a la punta del rifle de su verdugo y le dijo: “si mi amigo Adolf me quiere muerto, que venga y que me ponga una bala en el pecho él mismo”.