La tasa de desempleo continuó a la baja en Brasil y se situó en 6,1% entre septiembre y noviembre, el menor nivel en 12 años, según cifras oficiales publicadas el viernes.
«El año 2024 se encamina a registrar récords en la expansión del mercado de trabajo brasileño, impulsado por el crecimiento de empleos formales e informales», explicó Adriana Beringuy, coordinadora de investigaciones del instituto de estadísticas IBGE, citada en un comunicado.
Se trata de la octava baja consecutiva de la tasa de desempleo en la primera economía de América Latina, donde este índice comenzó a ser calculado en trimestres móviles por el IBGE en 2012.
En el trimestre agosto-octubre ya se había registrado una baja récord en la serie estadística, al situarse en 6,2%.
Brasil reporta 6,8 millones de personas en busca de trabajo en el transcurso del trimestre septiembre-noviembre, es decir 1,4 millones menos que en igual periodo del año pasado.
La tasa de desempleo bajó 1,4 puntos porcentuales en un año y la población activa alcanzó los 103,9 millones de personas, un nuevo récord.
La parte de esta población activa que trabaja en el sector informal reportó un ligero descenso a 38,7%, contra 39,2% en el periodo septiembre-noviembre de 2023.
La caída continua del desempleo es una buena noticia para el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, confrontado a la desconfianza de los mercados sobre su capacidad para respetar el equilibrio del presupuesto.
En las últimas semanas, la moneda brasileña, el real, se depreció fuertemente después del anuncio de un paquete de recortes del gasto público que fue juzgado insuficiente por el sector empresarial.
«Todavía nos enfrentamos a enormes desafíos. Pero la economía brasileña es fuerte y sigue creciendo», afirmó Lula durante un discurso televisado el lunes.
La economía de Brasil creció 0,9% en el tercer trimestre y se encamina a cerrar el año con un crecimiento de más del 3% del Producto Interno Bruto.
El ingreso mensual promedio de los trabajadores brasileños aumentó a 3.285 reales (unos 532 dólares a la tasa actual) durante el periodo septiembre-noviembre, es decir un aumento del 3,4% en un año.
Sin embargo, esa alza se situó muy por debajo de la inflación, que se ubicó en 4,87% en 12 meses en noviembre, por encima de la meta de entre 1,5% y 4,5% estimada por el Banco Central de Brasil (BCB) y el gobierno.
El 11 de diciembre, el BCB elevó un punto su tasa de referencia a 12,25%, una de las más altas del mundo, debido a presiones inflacionarias vinculadas al dinamismo del mercado de trabajo, entre otros factores.
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