Domingo de Ramos: origen, qué significa y por qué es el primer día de Semana Santa

Conoce la historia del Domingo de Ramos, su relevancia y el motivo por el que inicia la Semana Santa

Este domingo supone el comienzo oficial de la Semana Santa de 2025. Se conmemora la entrada triunfal de Jesús de Nazaret en Jerusalén en medio de una multitud que lo aclama y lo reconoce como el Mesías. Según los Evangelios, Jesucristo entró montado en un asno en Jerusalén, como Príncipe de la Paz, ya que los estudiosos razonan que hubiera escogido un caballo si hubiese querido simbolizar la guerra. A continuación, la gente depositó sus mantos y ramas de árboles delante de él, cantando parte del Salmo 118: 25-2618 -Bendito el que viene en nombre del Señor. Por eso, en esta fecha los católicos acuden a las iglesias para bendecir sus palmas.

Cómo se celebra el Domingo de Ramos en la Semana Santa en España

Las ceremonias principales de este día son la bendición de las palmas, la procesión, la misa, y la narración de la Pasión de Cristo. Otro momento clave es cuando los fieles participan en la procesión, y deben llevar en las manos ramos de palma, olivos u otros árboles, y se dedican a entonar cánticos. Los sacerdotes también van delante guiando a los fieles. El clero las bendice y los cristianos se las pueden llevar a casa, donde las colocan junto las cruces y crucifijos, las guardan en sus Biblias o cerca de arte religioso. A la víspera del Domingo de Ramos, se le llama el Sábado de Lázaro.

Procesiones del Domingo de Ramos

El Domingo de Ramos, en la capital madrileña habrá cuatro procesiones diferentes. ‘La Borriquita’, ‘El Silencio’, ‘Los Estudiantes’ y el ‘Santísimo Cristo de la Fe y la Salud’.

En Jerez de la Frontera, con una Semana Santa declarada de interés turístico nacional, destacan las procesiones de la Hermandad de la Estrella, Pasión, Perdón, Transporte, Coronación de Espinas y Angustias.

En San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) destaca la procesión de la Entrada de Jesús en Jerusalén. Luego, la procesión de la Borriquita hasta la parroquia de la Paz y Unión, portada a hombros por los niños. Le sigue la Celebración Eucarística. Y por la tarde, se da la procesión de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y María Santísima de la Amargura, acompañados de la Real Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y María Santísima. de la Amargura.

Por último, se da la celebración Eucarística en honor del Cristo de las Caídas. Y a su término tiene lugar la procesión de la Sagrada Imagen acompañada de la Cofradía del Stmo. Cristo de las Caídas.

En Elche es donde celebra una de las tradiciones más arraigadas en esta fecha: la procesión de la Burreta, que conmemora la entrada triunfal de Jesús.

En Benetússer, en Valencia, por la mañana se produce el reparto de ramas de olivo en la capilla Nuestra Señora del Socorro. Inicia la procesión de las palmas, y los actores amateurs del grupo La Pasión representan la entrada triunfal en Jerusalén. Al finalizar la procesión, el grupo La Pasión continúan con sus representaciones, con la Vida Pública de Jesús.

La festividad del Domingo de Ramos se basa en un pasaje fundamental de los Evangelios. Según los relatos de Mateo (21,1-11), Marcos (11,1-10), Lucas (19,28-40) y Juan (12,12-19), Jesús entró en Jerusalén montado sobre un burro, mientras una multitud de personas lo aclamaba con ramos de palma y olivo, gritando: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel!” Este evento es considerado como el cumplimiento de una profecía del Antiguo Testamento, específicamente del libro de Zacarías (9,9) “Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén: he aquí tu Rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”.El papa Francisco bendice a los fieles con ramas de olivo y palma antes de la misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el domingo 2 de abril de 2023 (AP Foto/Filippo Monteforte, pool)

En casi todas las liturgias de las Iglesias cristianas el Domingo de Ramos es una de las celebraciones más solemnes y participativas de la liturgia. Las ceremonias del día están pensadas para ayudar a los fieles a entrar en el misterio de la Semana Santa, a través de ritos simbólicos que conectan a la comunidad con los eventos históricos de la Pasión de Cristo.

Y más o menos todas siguen el mismo esquema celebrativo y participativo. El primer acto de la celebración del Domingo de Ramos es la bendición de los ramos de palma y olivo. Los fieles suelen acudir a los templos con estas ramas, que son bendecidas por el sacerdote o el pastor bendice a los fieles que los llevan, según la costumbre de cada Iglesia. Este es el comienzo de la liturgia. Esta bendición se realiza al aire libre, en algunos casos frente a la iglesia, como símbolo de la bienvenida a Jesús. Durante la bendición, se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y se hace un llamado a la conversión de los corazones, invitando a los fieles a imitar el gesto de acogida y adoración que tuvo la multitud en el pasaje evangélico.

En algunos templos, se realiza una procesión antes de la misa principal o del servicio, según el caso, durante la cual los fieles caminan con los ramos de palma, cantando himnos litúrgicos, como el famoso “Hosanna”. Este momento de la ceremonia es un acto de unidad y de esperanza en la victoria de Cristo.

Después de la bendición de los ramos, los fieles ingresan al templo para la celebración de Ramos. Acá la liturgia se bifurca: la iglesia de rito católico latino incorpora la lectura de la pasión de Cristo, las otras liturgias católicas y reformadas, solo se lee el ingreso triunfal de Jesús a Jerusalén.

Para la liturgia católica latina, en primer lugar, se lee el relato de la entrada triunfal, en la que se destacan los gestos de aclamación de la multitud con los ramos y la proclamación de la realeza de Jesús. Luego, en la celebración de la palabra, ya en la liturgia eucarística se proclama la Pasión de Cristo, es decir, el relato de los últimos momentos de su vida, desde la traición de Judas hasta su crucifixión. En la mayoría de las iglesias, este pasaje es leído de manera solemne, con diferentes miembros de la comunidad que interpretan las voces de los personajes involucrados en los eventos, como Jesús, Pilato, las multitudes y los soldados. Este cambio de tono en la liturgia es significativo, pues nos introduce en el misterio de la Semana Santa, un tiempo de reflexión sobre el sacrificio redentor de Cristo. La lectura de la Pasión enfatiza la voluntad de Jesús de entrega y la valentía con la que afrontó su sufrimiento. El color litúrgico es el rojo.En algunos lugares se realiza el Vía Crucis al aire libre, con una participación activa de la comunidad

Aunque el Vía Crucis no es una ceremonia exclusiva del Domingo de Ramos, muchas parroquias lo celebran este día como parte del inicio de las actividades de la Semana Santa. El Vía Crucis es una tradición que consiste en un recorrido por las 14 estaciones del sufrimiento de Cristo, desde su condena hasta su sepultura. En algunos lugares, el Vía Crucis se realiza al aire libre, con la participación activa de la comunidad.

El Domingo de Ramos marca el comienzo de una semana de profunda reflexión sobre los misterios centrales de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Los ramos benditos, símbolo de victoria y paz, recuerdan la victoria final de Cristo sobre el pecado y la muerte, aunque este triunfo se logrará a través del sufrimiento y no como un “amuleto de la buena suerte” o un “objeto poderoso contra el mal”, con caducidad hasta el próximo domingo de ramos. Esa superstición no es ni sana, ni buena, para los cristianos, dado que los objetos son inertes y no poseen ningún poder (creer en eso es fetichismo e idolatría), sino que es solo un recordatorio del triunfo de Jesús.

Al caminar por la Semana Santa, todos los cristianos de las diferentes Iglesias son invitados a meditar sobre el amor incondicional de Jesús, que aceptó la cruz por amor, y este amor, manifestado en su sacrificio, es el mismo que los cristianos están llamados a imitar en su vida diaria. El Domingo de Ramos, una de las festividades más emblemáticas de la Semana Santa, trasciende su origen religioso para convertirse en un símbolo de reflexión sobre la vida y la esperanza.

En un contexto laico, el Domingo de Ramos recuerda que, en momentos de crisis, como el que representa la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, la esperanza puede surgir de las formas más inesperadas. A lo largo de la historia, la humanidad demostró una capacidad infinita para renacer, para caminar hacia nuevos horizontes, muchas veces después de tiempos de oscuridad y dolor. Esta celebración, entonces, habla de la necesidad de mantener viva la esperanza, de seguir adelante con dignidad y solidaridad, y de cultivar en nosotros mismos el coraje de aquellos que, como las multitudes que vitorearon a Jesús, creen en un futuro mejor.

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