La demencia con cuerpos de Lewy es una enfermedad poco conocido pero bastante severa
Uno de los tipos de demencia menos conocidos, pero a la vez más severos, es la demencia por cuerpos de Lewy (DCL). A pesar de no ser nombrada con demasiada frecuencia, como la enfermedad de Alzheimer o la demencia frontotemporal, este trastorno cerebral es la segunda causa más común de demencia neurodegenerativa después de la enfermedad de Alzheimer. Aun así, no muchos conocen sus síntomas ni quiénes corren el riesgo de padecerla.
Esta enfermedad se origina por una acumulación anormal de depósitos proteicos en el cerebro, los denominados cuerpos de Lewy. A partir de los depósitos de una proteína llamada alfasinucleína en el cerebro, el sujeto comienza a tener problemas en el pensamiento, el comportamiento, la percepción y el movimiento.
La DCL, al igual que el Alzheimer, es progresiva y, en última instancia, mortal. Pero, a pesar de calcularse una esperanza de vida de 7 años, existe una variación en la intensidad de la enfermedad, la cual permite que se ralentice. “Muchas personas responden bien a los medicamentos que tienen como objetivo mejorar su capacidad de funcionamiento y su calidad de vida”, afirma el Dr. Stephen Gomperts, profesor adjunto de neurología en la Facultad de Medicina de Harvard y director de la Unidad de Demencia por Cuerpos de Lewy en el Hospital General de Massachusetts.
Se estima que, en Estados Unidos, más de un millón de personas padecen la enfermedad, la cual se presenta por lo general después de los 50 años, aunque es posible que las cifras aumenten a medida que la población envejece. Sin embargo, puede haber muchas personas que no sepan que padecen el cuadro como consecuencia de la falta de atención médica o de un diagnóstico erróneo. “En el pasado, la DCL se solía incluir bajo el paraguas general de ‘demencia’ o ‘Alzheimer’. Todavía está muy poco diagnosticada, pero eso está mejorando”, afirma el Dr. Gomperts.
A diferencia del Alzheimer, los pacientes con la demencia con cuerpos de Lewy tienden a tener dificultades para resolver problemas o los problemas espaciales tienden a surgir antes de las dificultades en la memoria. Mientras que, con el Alzheimer, los problemas de memoria aparecen primero.
Con la DCL, la percepción suele verse afectada desde un principio, lo cual puede manifestarse en alucinaciones visuales y delirios a medida que avanza la enfermedad. El Dr. Gomperts asegura, “mientras que las alucinaciones y los delirios son comunes en las últimas fases de la enfermedad de Alzheimer, las alucinaciones visuales suelen aparecer al principio de la DCL”.
Los expertos distinguen ambas enfermedades basándose en el momento en el cual se presenten los síntomas clave. Además, utilizan la “regla de un año” para diferenciarlos. Cuando alguien diagnosticado con Parkinson desarrolla problemas de memoria, los cuales afectan a la vida diaria más de un año después de que surgen sus problemas de movimiento, se lo diagnostica con Alzheimer. Mientras que, cuando los problemas cognitivos surgen de forma precoz, o se presentan sin problemas de movimiento, se diagnostica demencia con cuerpos de Lewy.
Aunque la enfermedad no tenga un origen concreto, existen factores que pueden influir como el estilo de vida, la dieta, la falta de ejercicio o la exposición a sustancias tóxicas. También se ha registrado la DCL en personas que han sufrido un traumatismo craneal.
A pesar de no tener cura, sí tiene tratamiento con medicamentos, fisioterapia o asesoramiento que pueden ayudar al paciente a combatir los síntomas de la DCL. De esta forma, se puede ralentizar el deterioro de la enfermedad y así, mejorar la calidad de vida del paciente.
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