“Quisiera una explicación de Mateo 18:22, sobre cuántas veces Jesús nos pidió que perdonáramos. Algunas Biblias tienen la expresión “setenta veces siete”, mientras que otras “setenta y siete”. ¿Qué número es el correcto?”.En Mateo 18:21 Pedro pregunta: “Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí y yo le perdonaré? ¿Hasta siete veces?” En el versículo siguiente (v. 22), Jesús le respondió: “No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete”. Resulta que en algunas versiones de la Biblia, como la la NVI (Nueva Versión Internacional) y la PDT (Palabra de Dios para Todos) aparece el número “setenta y siete” [en lugar de “setenta veces siete”], pero, en la nota a pie de página, presentan “setenta veces siete” como otra posible traducción.“Setenta veces siete” es una traducción de la expresión griega hebdomekontákis heptá, que puede traducirse como “setenta veces siete” o “setenta y siete” A continuación, veamos las opiniones de los comentaristas bíblicos:
“‘Setenta veces siete’. La sintaxis de esta frase es ambigua en el griego por lo cual algunos han
entendido que Jesús dijo que debían perdonar setenta y siete veces (cf. un problema similar en el hebreo de Gén. 4: 24). Evidentemente, el número en sí no es importante pues es sólo simbólico. Cualquiera de las cifras armoniza con la verdad que aquí se enseña, es decir, que el perdón no es asunto de matemáticas ni de reglas o leyes, sino de actitud. El que alberga la idea de que en algún momento futuro no perdonará a alguien, está lejos de conocer el verdadero perdón aunque pueda parecer que está perdonando. Si el espíritu del perdón mueve el corazón, una persona estará tan dispuesta a perdonar al alma arrepentida por octava vez como lo estuvo la primera vez, o la vez número 491 como lo estuvo la octava vez. El verdadero perdón no es limitado por números. Además, no es el acto el que vale, sino el espíritu que lo motiva. ‘Nada puede justificar un espíritu no perdonador’” (Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, t. 5. Boise: Pacific Press Publishing Association, 1987, p.438).
“Según las enseñanzas de la literatura judía, la norma observada entre los judíos era tres veces; y cuando Pedro habló de ‘¡siete veces!’ como posible norma, sin duda pensó que su norma era extraordinariamente generosa. Las citas [siguientes] ilustran la actitud de los judíos: ‘Si un hombre peca, la primera vez lo perdonan; la segunda vez lo perdonan; la tercera vez lo perdonan; pero la cuarta vez no lo perdonan, según Amós 2:6 y Job 33:29’ (T. Bab. Yoma, 86:2. Mainon. Hilch. Teshuba, c. 3, secc. 5). Y también: ‘A quien dice que ha cometido pecado y se arrepiente, le perdonan hasta tres veces, y no más que eso’ (Aboth R. Natán, c. 40, f. 8). En cuanto a la cuestión del número que se encuentra en el V. 22 […] setenta y siete o bien setenta veces siete, el hecho de que haya buenos intérpretes defensores de ambas ideas ilustra que este problema no tiene una solución segura. […] La mayoría de las autoridades enseñan setenta veces siete, pero nombres destacados como Meyer y Goodspeed, abogan por ‘¡setenta y siete!’. A pesar de las dudas sobre el número correcto, la enseñanza es bastante clara. La venganza ilimitada del hombre [sin Cristo] deja paso al perdón ilimitado de los cristianos. El perdón es cualitativo, no cuantitativo” (R. N. Champlin, O Novo Testamento Interpretado, v. 1. São Paulo: Candeia, 1995, p. 472, 473).
Sobre este tema, es importante la lección que Jesucristo enseño: el perdón no es una cuestión de número, sino de actitud. Debemos perdonar tantas veces como sea necesario (como Dios hace con nosotros).